lunes, 27 de septiembre de 2010

HOMENAJE A DON RIGOBERTO VALDÉS Y VALDÉS: PALADÍN DEL AGRARISMO EN VALPARAÍSO, ZACATECAS (1887-1932)

Raymundo Colín Axolotl

El pasado 11 de abril, invitados por el historiador Ing. Mateo García Bazán, junto con el promotor cultural Gerardo Soberanes Rodríguez, su esposa Flor García Cambranis y el guitarrista y cantautor Ricardo Salgado Ozomatzin, acudí a Valle de Valparaíso, Zacatecas, para presenciar el homenaje que el H. Ayuntamiento de ese municipio centenario –cuna de condes, cristeros y liberales-, rindió a uno de sus más notables próceres agraristas: Rigoberto Valdés y Valdés, quien el 5 de octubre de 1932, es asesinado por el pistolero Manuel Castro, por órdenes de los hacendados Felguérez y Llaguno.
El acto se llevó a cabo en la plaza principal de Valparaíso, y estuvo presidido por el cabildo en pleno, la presidenta municipal, Laura Isela Ruiz González, el historiador Bernardo del Hoyo Calzada y Héctor Talavera. Además del pueblo valparadiscense y de viejos corridistas como don Agripino Noriega y don Manuel Hernández.
El discurso central estuvo a cargo del Ing. Mateo García Bazán, quien nos remontó a la vida y obra del personaje recordado, y la importancia de su legado a la causa agrarista de nuestro país. Posteriormente, vino la presentación del CD de corridos “Homenaje a don Rigoberto Valdés y Valdés, el paladín del agrarismo en Valparaíso, Zacatecas”, por parte de quien esto escribe y de Ricardo Salgado Ozomatzin: el plato láser consta de 17 corridos referentes a la lucha agrarista y popular de aquella región norteña (todos compilados por el Ing. Mateo García Bazán), de los cuales musiqué 6 (con arreglos y producción de Ricardo Salgado): Atanasio Mercado (Eugenio Galindo de la comunidad del Astillero, Valp.), Defensa Social de Valparaíso (Rito Betancourt de la comunidad de san Martín, Valp.), Hacienda de San Mateo(Leonires Franco de la comunidad de Mala Noche, Valp.), Catorceavo aniversario de la colonia Emiliano Zapata (Altagracia Hernández de Valparaíso), Corrido de todas las invasiones (Agripino Noriega de la comunidad del Mirador, Valp.), y Corrido de la invasión del potrero de la vieja (Cirilo Nava, de la comunidad de Potrero de Gallegos, Valp.). Cabe mencionar que el corrido de la Hacienda de san Mateo, don Manuelito Hernández lo escuchó cantar, se grabo la voz y música de memoria, lo escribió y se lo presentó a los líderes agrarios Matías Irene y Telésforo Zavala.
La experiencia que viví en Valparaíso fue maravillosa, por la atención brindada por parte de las autoridades (sobre todo de Ángel Aguilar González, de Comunicación y Gestión Social, quien desde que llegamos a Fresnillo estuvo al tanto de nosotros), y el haber conocido a algunos de sus autores, como a doña Altagracia Hernández, que al escuchar su corrido se emocionó mucho, ya que parte de la letra la había olvidado; así como los lugares y a los descendientes de los personajes que inspiraron dichas historias. O a los compiladores, como don Manuel Hernández., quien fue a buscarme al hotel donde me hospedaba para pedirme que volviera a grabar el Corrido de la Hacienda de San Mateo, con la melodía original, ya que le había prometido a su compositor que lo daría a conocer tal y como él lo escribió y cantó. Yo le prometí hacerlo, y éste en recompensa me regaló de cinco corridos inéditos más para que yo los musicalizara.
Yo creo que eso, el que me escucharan sus protagonistas, compiladores y compositores me presionó, al grado, que a la hora de interpretar los tres corridos que se me permitió tocar en el evento cultural, olvidé la tonada de uno de ellos; fue tal la obnubilación, que para salir avante del tropiezo le inventé una nueva tonadilla tomando fraseos melódicos de la Martina, El caballo blanco, Valentín de la sierra… y de todos los corridos que ya son arquetipo en nuestra cultura popular. Lo bueno es que dicho corrido sólo tiene 18 estrofas y no las 40 del corrido de la Defensa social de Valparaíso, porque si no me cae que me desmayo.
Una vez concluida mi participación, me puse a escuchar a la Banda Lobatos de los hermanos Ramírez, quienes entonaron el corrido de Los Valdés y el de Martínez y Talamantes; así como la versión original de Valentín de la sierra. Antes ya había escuchado a la Banda Sinfónica Infantil de Valparaíso “Santa Cecilia”, ejecutar la Marcha de la defensa social, escrita por don José Colón (insigne músico de San Miguel, Valparaíso) en 1918.
Para terminar esta reseña de mi paso por Valparaíso, debo confesar que me entristeció el conocer el estado de pobreza y abandono en el que viven los hijos de los agraristas y revolucionarios, entre ellos don Antonio Zavala y Juan Irene; comiendo vainas de mesquite y rumiando su soledad en sus casitas rodeadas de huisaches. Memorial viviente de una historia bicentenaria, que remembrando sus hazañas y las de sus padres y abuelos, hoy expresan, ante la apatía de las nuevas generaciones (atrapadas en la migración y la zozobra del sin futuro) y los gobiernos: “hoy pican más las liendres que los piojos”.
Agradezco mucho a doña Ludovica Huerta Valdés(comunidad de las Pomas, Valp.), esposa de don Lázaro Arteaga( incansable luchador por la democracia) , mujer de la lumbre, las ricas quesadillas hechas con el mejor queso de Zacatecas, como lo es el de Valparaíso; y a don Antonio Zavala y a su esposa (quienes mantienen en alto la conciencia histórica de sus antepasados y la de su pueblo), el habernos acogido, a pesar de su miseria, en sus cálidos hogares y en una micra de eternidad, obsequiarnos con sus atenciones y la humanidad de sus bellos corazones.

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