miércoles, 7 de septiembre de 2011

A UN AÑO DE AUSENCIA FISICA DEL ÑERO DE LA CULTURA, DANIEL MANRIQUE “TEPITO ARTE ACÁ” Raymundo Colín Axolotl



Con toda mi solidaridad para el poeta Efraín Bartolomé y todos los afectados por el allanamiento brutal e ilegal, a sus casas y sus personas, por parte de policías mexiquenses, el pasado 11 de agosto en la delegación Tlalpán, DF.

Daniel Manrique Arias, inició su cuento de pintar murales en las bardas, muros y paredes de su barrio Tepito, entre los años 1973-74, pero antes de dar el primer brochazo, preguntó: ¿Cómo le llamaré a esto de pintar murales? Y para no hacer lo mismo que otros ya habían hecho o estaban haciendo, se le ocurrió que debía ser un arte muy acá, muy de sus raíces barriales; fue así como le surgió el concepto que hasta los últimos momentos de su vida defendió a capa y espada: Tepito Arte acá.
            ¿Pero qué es Tepito Arte acá? Tepito Arte acá es una actitud, un acto de fe que sirvió al pintor, tanto para darle sentido y perspectiva filosófica a su labor, como para dignificarse y dignificar con ello lo que él solía llamar el “verdadero arte”, que no tiene  otro objetivo más que el de dar dignidad humana a lo humano: *“porque la única razón de la existencia del ser humano, es vivir con dignidad y darle dignidad al vivir, y esto se consigue, solamente por la existencia y presencia del verdadero significado del ARTE”.
            A Daniel Manrique le llevó toda su vida desembrollar o tratar de definir su concepto Tepito Arte acá, lo cual le permitió soñar, fantasear, enrolarse en descubrir el hilo negro de lo que realmente es la cultura popular. Y a través de dialogar con los muros y paredes de las vecindades de Tepito, estas le fueron contando, enseñando el verdadero significado del arte, a comprender-sintiendo lo que es el universo infinito de la sensibilidad: “fui aprendiendo y comprendiendo, que en vez de pintar sobre los muros, más debía pintar CON los muros, y más que dibujar figuras humanas, mas debías acentuarlas como las texturas me lo estaban indicando, pero al mismo tiempo, dejarlas ái, estructurando y sosteniendo al mismo muro; aquí comencé a comprender  el significado de: integración total del espacio, y también descubro que el verdadero significado del arte, no es el objeto artístico, descubro que el verdadero significado del arte, es la capacidad SENSIBLE que en mayor o menor grado, solamente los humanos la tenemos, y que solamente por la sensibilidad, en mayor o menor grado los humanos tenemos conocimiento de nosotros mismos y de todo cuanto nos rodea; y descubro, no invento, descubro que: el ARTE es la base fundamental del conocimiento TODO”.
.           Fue así como él acuñó la frase “cultura popular acá”; acepción alejada de las clasificaciones “formalmente oficializadas”. ¿Pero qué es cultura popular acá? Cultura popular acá es el mismo pueblo mexicano sobreviviendo con sus propios medios, con sus propias manos, resistiendo los embates del mundo formalmente oficializado, a partir de tres grandes virtudes: la informalidad, la espontaneidad y la improvisación. Que son, aseguraba Manrique, el verdadero significado de “soberanía nacional”: “porque en éstas tres virtudes o cualidades que surgen de nuestra capacidad sensible, son la verdadera estructura de nuestra CULTURA, porque es donde radica nuestra capacidad creativa; y estos valores, son los fundamentos más respetados en cualquier grupo humano, en cualquier sociedad, porque es lo que proporciona vida, y todo lo que proporciona vida adquiere el máximo significado de DIGNIDAD, y como digo, esto, en cualquier estructura social, se le llama: SOBERANIA NACIONAL” .
            En la dignidad del pueblo reside la soberanía de la nación, en su cultura conformada por siglos de resistencia frente a la cultura europeagringaoccidental, tan brutalizada y deshumanizada, que no sólo está madreando al hombre sino a la naturaleza y al planeta todo: “estamos a punto de que nos lleve toitita la chingada; porque efectivamente, se ha aprendido a explotar la naturaleza, pero no se le ha comprendido, se ha aprendido a explotar al humano por el humano mismo, pero no hemos aprendido a entendernos entre nosotros mismos; y es que la gran cagada de la humanidad desde el punto de vista occidental, es creer que todo ha sido creado para consumirlo. Esta es la visión y la comprensión de los humanos que estructuran el mundo FORMAL formalmente establecido; así lo entienden todas las sociedades imperialistas de dominación internacional y, así lo entienden las sociedades dominadas que siguen el mismo modelo occidental, y que la dominación imperialista la aplican a nivel local nacional sobre su propio pueblo”
            Daniel Manrique era un adelantado de su tiempo, un visionario de su barrio, al que ensoñaba siendo gobernada por las artes plásticas, donde, en cada vecindad, hubiera una escuela “que atendería a la población infantil y a todos los muchachos en calidad de adolescentes y su funcionalidad sería totalmente informal, pero eso sí de por vida, todos los días y a cada ratito, vá de nuéz: la escuelita tendría que funcionar todos los días a cada ratito, de por vida y totalmente integrada a la dinámica cotidiana de todos los días, es decir: a la vida familiar, a la vida de la comunidad, a las actividades de talleres y comercios”. Una sociedad funcionando en completa libertad sexual, para terminar con la simulación de la fidelidad, y con la conciencia suficiente de no traer niños al mundo, que después crezcan abandonados por sus padres; una sociedad tepiteña “Nadie estaría sin chamba nunca jamás, todos tendrían algo muy importante que hacer de por vida, pero no por necesidad de hambre, ya que para ese entonces futuro utópico y fantasioso que propongo, así como vengo diciendo, no existiría ni el dinero, ni la propiedad privada ni la estupida pendejés de la vil competencia”.
            Estos eran los sueños guajiros de un hombre llamado Daniel Manrique, que a partir de dialogar con los muros, paredes y bardas de su barrio, logró entender el papel que debía desempeñar en este mundo: ser Arte y Cultura Popular Acá.
APOSTRÓFE: He sido enterado, que desde hace tres años, tanto la directora del Festival Internacional Cervantino (FIC), Lidia Camacho, como el titular del Instituto Estatal de Cultura de Guanajuato, tienen vetados a Los Leones de la Sierra del Xichú, los cuales desde 1992 (con excepción del año 2000) y hasta el 2008, se venían presentando, con la tradición huapanguera que representan, en la Alhóndiga de Granaditas, precisamente en el marco del Cervantino. La causa de su exclusión, al parecer, es la censura que les ha impuesto el régimen calderonista y el mandatario de la entidad Juan Manuel Oliva, por las décimas que ellos cantan, cargadas de crítica política hacia sus gobiernos. Vaya mi solidaridad para con Los Leones de la Sierra del Xichú, y la tradición cultural que representan, a través de las siguientes décimas:

Por la prensa me he enterado
que burócratas bribones
censuraron a Los Leones
de la Sierra del Xichú
¡válgame doñita Chu!
sin huapango el Cervantino
será un pinche desatino
sin el alma, el corazón

de la antigua tradición
de mi pueblo, el zapateado.


*Todas las citas en cursivas fueron extraídas del texto de Daniel Manrique “Mis sueños guajiros”, publicados en EL GALLO ILUSTRADO/1294/Semanario de El Día/abril 12 de 1987.
















 
           

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